jueves, 9 de octubre de 2008

Carta abierta a Antonio González

Publicado originalmente en Opuslibros.


Viendo cómo el se planteaban cuestiones acerca de Antonio Glez. y sus mariachis gente del peso de Ignaciodeloyola, Spiderman, Sy, el mismísimo Satur, me decidí a escribirle esta carta que mando también aquí. Reconozco que no había visitado su página-blog-consultorio hasta que, a través de links publicados en opuslibros me condujeron a él. Le leí y… me indigné. De momento no he recibido respuesta de su parte. Dejo al buen sentido de Agustina el publicarla o no y el que parezcan los nombres de lugares.

El motivo de traerla a estas páginas es poner en su sitio el peso y conocimiento de causa que pueden tener sus comentarios; sobre todo, los referentes a las personas que abandonaron la Obra.

“Querido Antonio tú no te acordarás de mi pero te conozco desde tu más tierna infancia, cuando todos los niños de Francia saben hablar francés.

Siempre has tenido como característica una hermosa faja de caoba: por genética, formación familiar, estudios… y lo recibido de la Prelatura no favorece que ganes en flexibilidad.

¿Te acuerdas de aquél Camino de Santiago donde llevaste a la práctica aquello de “Seguid adelante! Y Delante se perdió y todos con él”? Seguiste andando y andando un día con su noche y todos buscando… buscando. Pero tú no estabas perdido: se perdieron todos los otros.

Ahora eres secretario del club Argüelles y trabajas en unas oficinas de la calle Riscal esquina Fortuny –yo también trabajé allí una temporada-. Lo más cercano al trabajo profesional externo que has hecho, es intentar pescar chicos valiosos en Retamar, colaborando en alguno de los trabajos extraordinarios de física o matemáticas; por cierto sin que al profesor encargado le haga demasiada gracia, por muy hermano de la Prelatura que sea.

Respecto a tu página, blog, refrito… lo que sea, reconozco que tienes una técnica similar a la de las preguntas de tertulias con el Prelado: se reparten entre gente especialmente en buen plan, pitable o adscrito majo, las preguntas que a los dires les parece oportuno hacer. Aplicas a la perfección los métodos de la Prelatura para quien el fin justifica los medios cuando de ella se trata. Por difundir la versión oficial no tienes ningún problema en faltar a la verdad: o sea mentir. ¿No sabes que un millón de mentiras no pueden hacer una sola verdad?

Por eso tu argumento respecto a los ex de la Obra se reduce a repetir esta frase:

Entiendo que digas eso que dices, pero me parece una falta de respeto hacia todas las personas -la inmensísima mayoría: repito- que dejaron el Opus Dei contentos. Que tú estés descontento, no quiere decir que todos los que han dejado la Obra la vean ahora con tus mismos ojos cargados de prejuicios


Ya ves la inmensísima mayoría de los que fueron de la Obra están felices: lo dice Antonio, punto redondo. En un link de tu blog que citaba Ignaciodeloyola el otro día en opuslibros (a ti no te leo directamente) y que he estado buscando – curiosamente está missing-in-combat- afirmabas algo similar a lo siguiente “he conocido decenas de personas que dejaron la Obra y nadie ha sufrido efectos psicológicos…”

¡Pero que me comentas Antonio! ¿A tus 25 años de edad, transcurridos en Llambria, Santillana y Argüelles has conocido decenas de personas que dejaron la Obra? Hombre no dudo que a algún aspirante hayas visto marchar en este tiempo; te concedo incluso algún residente –pienso en uno que si no coincidió contigo fue por poquito y escribe en opuslibros: por cierto en absoluto “contentísimo”-. Pero desde luego no te veo designado por los directores para recibir charlas en cursos anuales con gente ya bragada que te abre su alma, te cuenta que en su centro pasan de él y que va por el cuarto psiquiatra… O menos atendiendo a personas que hayan perdido su trabajo después de lustros ejerciéndolo, por abandonar la Obra. No, no me encajas chico. Te veo montando gymkhanas pero esto otro…

Tú sigue atendiendo tus equipos de fútbol sala para Fátima, aparca bien la furgoneta en Marqués de Urquijo y compra caramelos en dulces Paco. Luego, haz realidad aquella canción: “El tiempo que te quede libre, si te es posible, dedícalo a mi…” No mientas por favor: busca la verdad si quieres y comprométete con ella pero no nos sueltes lo que tu “queridísimo” dijo y hay que retorcer para que se convierta en profecía. Todo se acabará sabiendo: léete el Evangelio de hoy.

Un fuerte abrazo,

Rafinosa

viernes, 3 de octubre de 2008

La verdad del Colegio Mayor Peñafiel, obra corporativa del Opus Dei en Valladolid

Testimonio de “Aldebarán”,
Ex numerario del Opus Dei que vivió en el
Colegio Mayor Peñafiel


Querida “Oreja de Guardia”:

He visto el artículo de LuzLópez en Opuslibros, y me admira el valor que tiene para hablar del Opus Dei en una ciudad como Valladolid y sobretodo tratándose del colegio mayor Peñafiel… la obra corporativa “estrella” de la delegación.

Llevo unos días pensando en escribir. Me daba miedo que me identifiquen, porque sé perfectamente que ellos (los directores del Opus Dei) siguen al día lo que se publica en Opuslibros. Luego he pensado en mi última entrevista antes de irme del Opus Dei, con J M., vocal de san Miguel de la delegación de Valladolid. No se fiaba de mi, no me escuchaba (no me extrañó), sólo soltaba su discurso. Me dijo un montón de veces que la masturbación es muy mala y la homosexualidad también (¡qué obsesión!) y que si había mantenido relaciones homosexuales o heterosexuales, se lo dijera…

Le conté que la Obra no es para mi y que pensaba (y pienso) que para nadie, le dije que no quería seguir necesitando de pastillas para perseverar…

Volvió a repetirme lo anterior y que seguro que ése era el motivo de que quisiera “perder mi alma para siempre”, “dar la espalda a Dios” y “ser un infeliz ahora y eternamente”… Así, durante dos horas. Cuando me repitió que “el onanismo es una practica repulsiva” y “no digamos lo de los homosexuales”, dijo, me levanté y me fui…

Ya en la puerta me preguntó, como servil, “¿pero no serás tan tonto de ir diciendo cosas malas de la Obra?”. Le respondí que no.

No diré nada malo de la Obra, no faltaré a mi palabra. Voy a decir la verdad, lo que hay, y lo que se hace en el colegio mayor Peñafiel donde he vivido -como numerario del Opus Dei- varios años mientras fue centro de estudios y, después de 2005, cuando se transformó en colegio mayor “abierto”. No acusaré a nadie y omitiré cosas que dejarían muy mal a no pocos de vosotros, directores semidioses del Opus Dei.

Cuando leáis este artículo -directores del Opus-, sacaréis la interminable lista de los ex numerarios de Peñafiel y me reconoceréis. Me da lo mismo, ¿qué podéis hacer? Somos muchos, muchos, demasiados, los que nos hemos ido en silencio, como ladrones, a escondidas y que podríamos decir lo mismo que digo yo. Si os molesta la “luz del día y el agua clara” os sugiero que reflexionéis sobre lo malo que es el “onanismo” de la mente y la esquizofrenia y la mentira hecha institución.

J M., yo te conocí cuando eras director del club Enol en Oviedo y dabas clase en la universidad… me pareciste una persona genial. Sólo te digo, desde aquí, que lo pasé muy bien contigo aquella vez en Los Tilos (la casa de convivencias de los de Santander, que acaban de vender, en el pueblo de Solares), ¿tu también te acuerdas?… pero al nombrarte vocal de san Miguel te endureciste como una piedra y ya casi no parecías humano. No sé por lo que estarás pasando, no sé a qué se debe tu transformación, pero no creo que sea por nada bueno. Si necesitas algo ahora o en el futuro, ¡llámame, por favor!, tienes mi móvil y conoces la casa de mi familia “de sangre”, ¡has estado muchas veces! Me comprometí a no hablar mal y callaré muchas cosas, por ti.

Ahora Peñafiel es colegio mayor “abierto”, no como antes que era cerrado o “restringido”, centro de estudios -léase, cárcel- sólo para numerarios del Opus Dei jóvenes, entusiastas y engañados que no podíamos ni imaginar el pozo en que nos estábamos metiendo…

Escribo esto porque lo necesito y porque se lo debo de algún modo a esos padres y madres que quizá lleven a sus hijos al colegio mayor Peñafiel con toda su buena intención, engañados, seducidos y deslumbrados por la propaganda que tan bien manejan los del Opus Dei.

A vosotros, padres y madres, os sugiero -es sólo mi opinión- elegir otro colegio mayor de Valladolid para vuestros hijos, hay muchos y muy buenos, pero no Peñafiel. Por ejemplo: el “san Juan evangelista”, el “Menéndez Pelayo”, el “Alfonso VIII”, el “Santa Cruz”, y otros más.

1. La jaula de oro:

SIGUE LEYENDO